Cuento La Estrella


La estrella es un lugar donde la gente se va a leer,
porque allí no hay quien  moleste 
y pueden quedarse allí el tiempo que le plazca,
pues siempre está abierto.

Ella va para leer, para distraerse,
pera verle e imaginar que es el Darcy de su libro,
que él también la ve cuando ella no mira.

De pronto el silencio, el final de otro libro,
ella observa el punto final de la página,
se sonríe debe buscar otro para poder observarlo a diario,
 se levanta y  parte a su hogar.

Tal vez algún día se levante y le diga:

 - Pero vos, ni sabes que te miro!
 Y con tu red de mariposas deberías
atrapar todos los versos que vuelan para ti!

"Y así estuvimos a 0.01 milímetros de enamorarnos,
pero por cosas misteriosas eso era mucha distancia"
 se repite para sí misma la frase de My Blueberry Nights

Pasan las tardes así, aquí, donde lo único que rompe el silencio,
 es el pasar de las páginas de los libros,
y el correr del lápiz sobre el papel.

En el banco alto del rincón, balancea los pies en él vació,
siente que va sentada al borde una nube, viajando con el viento.

Si él pudiera entender lo mucho que le gusta a ella,
tal vez no buscaría entre tantas letras.

"Me declaro culpable de que me gustes con locura",
escribe como una sentencia en su cuaderno de colores y recortes.

Cuando él no viene, ella se sienta en la orilla de su nube a ver a la gente pasar,
a veces perece que vuela.

Si él supiera que podría desnudarle el alma si tan solo la mirara,
tal vez entonces la vería.

En las tardes de recitales, cuando él lee sus versos,
 ella se juega en sus pensamientos a leerle entre letras,
se sonríe, y se toma algunas cosas para ella,
pero luego se va con la duda, de si él sabe que ella existe.

Ella llega muy temprano antes que él llegue,
para leer lo que él escribe y cuelga en los muros de la estrella,
 ya que aquí si quieres lo puedes hacer,
ella sonríe y se le ilumina el rostro,
aunque sabe que podría ser un rostro más de la multitud,
ella lo sigue admirando en su soledad,


Pero una tarde él le miro y ella se sonrió,
y le hablo, al irse aquella tarde dibujo un camino de colores
y lo colgó en la pared cerca de donde ella se sienta,
los dejo para que no se le olvidara

 que aquella vez se vieron el uno al otro

Comentarios

  1. Desnudar el alma con una sola mirada...
    Una mirada que condensa cientos de sentimientos y sensaciones en ausencia de palabras.
    A veces una mirada tiene poder... Un poder que atrapa.

    Un abraz✴ de luz

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